viernes, 16 de septiembre de 2011

"No somos los mismos maestros"

Vera Rexach: "No somos los mismos maestros"


Metafóricamente, las nuevas tecnologías suponen "nuevas ventanas" que habilitan y hacen accesible una nueva relación con el entorno, las personas y el conocimiento. "Nuestra función en estos escenarios fluidos sigue siendo acompañar, pero precisamos también ser acompañados", comenta Vera Rexach, responsable de TIC y Educación de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI - Buenos Aires).

"Entre 1800 y 1900, en Inglaterra e Irlanda se construyeron muchas escuelas [...] Las ventanas de estas escuelas se construían muy en lo alto de las paredes, para dejar el mundo exterior afuera y asegurarse de que los alumnos no se distrajeran", nos contaba Jerome Morrisey en el seminario "Cómo las TIC transforman las escuelas".
Esta anécdota me hizo pensar en la forma en que, en los últimos años, cientos de ventanas se abren y multiplican dentro de las escuelas, desplegadas en numerosas y diversas pantallas, en teléfonos, en juguetes, en computadoras de escritorio, proyectores y equipos portátiles. Las ventanas físicas pueden seguir en lo alto, pero las ventanas que se abren mediadas por tecnologías generan canales por los cuales fluye y refluye una marea de datos que a veces –a los que enseñamos– nos causa cierto resquemor.
No somos los mismos maestros. Lidiamos con la abundancia de datos, como antes lidiábamos con su carencia. Negociamos, reaprendemos, cambiamos de estrategias. Nos hacemos amigos de los teléfonos móviles y salimos de excursión con las cámaras digitales. La directora nos manda novedades por e-mail. Desarrollamos nuevas competencias, con esa rara mezcla de ganas y fastidio.
Sabemos que pararse frente a algunas ventanas trae a nuestros ojos, y a los ojos de nuestros chicos y chicas, una masa gigante de herramientas, recursos, datos, imágenes, sonidos, experiencias... Nuestra función en estos escenarios fluidos sigue siendo acompañar, pero precisamos también ser acompañados.
Empezamos a conectarnos, con desconfianza o con optimismo, empezamos a mirar a las TIC en una justa y pedagógica medida: se vuelven transparentes a medida que estamos más seguros de lo queremos. Empezamos a navegar también, a descubrir detrás de esas pantallas a otros colegas: con ideas afines, con dudas y zozobras similares, o a veces con argumentos interesantes para debatir.
Llegamos al 11 de Septiembre reinaugurándonos como aprendices de las redes, incursionando en aulas virtuales, preguntándoles a nuestros alumnos cómo subir el video del Día del Maestro a la Web...
Hacemos cursos por internet, en horas que muchas veces robamos a nuestro descanso, pero descubrimos que cuando uno cabecea de sueño frente a la pantalla hay una red tendida, aunque invisible, que nos sostiene.
No es cierta la distancia, estamos cerca, cerca, como dice Neruda: "Tan cerca que se cierran tus ojos con mi sueño".
Feliz día a los que se animan a seguir siendo maestros, compañeros, tutores y aprendices en entornos virtuales.
Autor: educ.ar